El presidente de AIDESEP Alberto Pizango Chota retorno al país el día miércoles 26 de mayo, a los pocos minutos de su arribo fue arrestado, siendo trasladado a las instalaciones de requisitorias.
A un año no sólo de los luctuosos sucesos de Bagua, sino también de la movilización indígena, que mantuvo paralizada por más de 55 días la selva peruana, el poder judicial no a iniciado ningún proceso legal a los verdaderos culpables. Donde está Cabanillas, Simons, Muguruza, García, Flores Araoz, sin embargo persigue y castiga a los dirigentes y manifestantes indígenas, por hacer uso de su derecho a la protesta por la defensa de la vida y la soberanía de los pueblos indígenas.
El gobierno se niega a cambiar la orden de captura por orden de comparencia, acusando al dirigente de apología, sedición y motin por la conferencia del 15 de mayo, día en que los indígenas se declararon en insurgencia, a pesar que al día siguiente depusieron el llamado, como consta en el acta de rectificación hecha en la defensoría del pueblo.
A pasado un año, y la situación de los PPII continúa igual, decretos de la ley de la selva esperando su derogación, una propuesta de ley forestal atentaoria, consesión de los territorios indígenas, sistemas educativos excluyentes, etc...
Pizango retorna para estar cerca de su pueblo, proseguir con la defensa de los derechos de los pueblos. Las bases de AIDESEP, han ratificado su apoyo a su dirigente máximo y exigiran al gobierno su libertad. A partir de mañana se inicia en el país una nueva ola de protestas por la defensa de la amazonía peruana.
Colectivo Nugkui
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