La sede institucional de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) fue ayer blanco de huevos, tomates y hasta piedras arrojadas por un grupo de 25 personas contra la fachada de la institución.
AIDESEP respondió pacíficamente la agresión colgando un cartel con la frase “Bagua no se olvida, ni perdona”.
Según refiere, el abogado de AIDESEP, Germán Huanira el grupo de personas serían familiares de algunos de los policías caídos en el baguazo porque “tenían los mismos carteles que vimos cuando llegó Pizango al aeropuerto. Las fotografías pueden dar fe de ello”.
Al respecto, hasta el momento solo han expresado verbalmente su malestar ante la Defensoría del Pueblo, pero no han hecho efectiva la denuncia porque la dirigencia aún evalúa las medidas a tomar.
Pero sin duda, este “acto delictivo” solo demuestra que existe una “posición política” de ofensa contra los pueblos indígenas que en nada beneficia a nuestro país.
Además, Huanira afirma que si bien “la gente tiene derecho a protestar” no es a través de la violencia que debería ejercerse este derecho.
“La agresión empezó al promediar las 3: 50 p. m., cuando sorpresivamente los agresores descendieron de un ómnibus color celeste los agresores y se apostaron frente de la sede”, declara Germán Huanira.
Gritaban a viva voz lemas contra el presidente de AIDESEP, lo tildaron de asesino y reclamaban que debería estar en la cárcel.
Es así que intentaron comunicarse al instante con la policía del sector, pero lamentablemente recién después de 40 ó 50 minutos la policía se hizo presente en el lugar.
Estos hechos se producen a pesar que en su primer mensaje Alberto Pizango Chota, señaló que lamenta la pérdida de cada una de las vidas de los hermanos policías e indígenas y pidió una investigación imparcial de los hechos de Bagua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario