Por Cynthia Cárdenas Palacios
Quería compartir con uds. algunos pensamiento de mis alumnos/as, con cada idea expresada acerca del conocimiento indígena, producen un quiebre en mis paradigmas y axiomas epistemológicos.
Hace un año aproximadamente convivimos prácticamente 24 h diarias. Cuando los conocí, identifique las mismas falencias cognitivas y procedimentales, producto del sistema educativo occidental, caracterizado por la colonización del pensamiento. Las competencias instrumentales relacionadas a las áreas de matemáticas y lengua castellana, un verdadero dolor de cabeza, la educación bilingüe lejos de contribuir, sigue siendo un medio para la aculturación, y el paso violento de su lengua materna al castellano, se vio reflejado en la dificultad, en un principio para poder manifestar explícitamente su pensamiento, la impotencia nos invadía a todos.
La escuela ha sido incapaz de recoger en los currículos los conocimientos indígenas que les permiten mantener el equilibrio dentro de su mundo, convirtiendo la educación formal en un proceso vacío y carente de significancia para los pueblos indígenas, ya que no articula los conocimientos que estos pueblos consideran le dan sentido a su vida, que es el aprendizaje característico dentro de la comunidad. Para el mundo indígena, el conocimiento se acumula mediante el proceso evolutivo del hombre, los niños/as aprenden de acuerdo a su edad, género y fuerza física.
Tenía dos salidas, continuar con la programación respetando los tiempos o seguir el ritmo del grupo, intentando crear métodos de aprendizaje que respondieran a los estilos de aprendizaje de los/las estudiantes, considerando las característica del aprendizaje indígena, es decir, invertir el proceso, comenzando por lo práctico, para llegar a lo teórico. En mi cuaderno voy anotando todos estos procesos, hoy Jonás me sorprendió terminaron de leer una lectura del libro de Sheila Aikman, me enseño su cuaderno con algunas preguntas surgidas después de la lectura – diciéndome profesora ¿así se analiza?, ahora voy a volver a leer para encontrar las respuestas a mis dudas-, que decirle, sólo asentar con la cabeza y pronunciar un sí, vamos bien ahora conversa con tu grupo.
Toda la base del conocimiento se encuentra en su territorio, no hay clase en la que alguien no hable del arutap (poder), anens (canciones poderosas), las plantas enteogenas o alucinógenas (aun no debatimos sobre el tema), los sueños, la historia de algún tío o familiar, la forma de comunicarse de los espíritus. Convenciéndome que el hilo conductor del conocimiento indígena es la espiritualidad y el territorio.
Realmente es una actividad para mí en particular desgastante por momentos, pero gratificante, exigiéndome repensar mi praxis pedagógica. En mi formación en la universidad podría afirmar que ningún profesor me hablo sobre la educación intercultural, menos de los pueblos indígenas, era un mundo inexistente para mi, de la selva solo conocía el juane, el Amazonas, Tingo María y la juerga, salvo un maestro renegón, malhumorado en ocasiones, pedante, refunfuñón y estricto con la puntualidad, por quien me entere que en la Amazonía habitaban una variedad de pueblos. Salí a enseñar se podría decir estafando ilusiones, ingenuamente formada bajo la escuela activa. En estos años de viaje, de adentramiento a la selva, de compartir tristezas, alegrías, de ver un mundo tan vivo, tan lleno de conocimientos y como nosotros perdemos la oportunidad de escuchar esos saberes, aprendiendo de esos otros mundos que conviven, tal vez silenciosamente con nosotros, o últimamente resistiendo. Como profesionales venimos con la idea pre concebida del objeto de estudio, vamos a investigar, a descubrir, cuando realmente no descubrimos nada, sólo lo que ellos/as nos van enseñando. Que tontos y egocentristas solemos ser en ocasiones.
No sé, si lo estaré haciendo bien o tal vez mal, sólo intento construir un escenario basado en relaciones igualitarias entre indígenas y no indígenas, para lograr formar enfermeros técnicos en salud intercultural. No puede continuar existiendo en la Amazonía conocimientos que erosionen al otro o lo invisibilicen, necesitamos encontrar ese camino que permita producir sinergias entre ambos conocimientos, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los pueblos indígenas, respetando la diversidad cultural. En ese camino no sólo se necesita decirlo, sino demostrarlo pragmáticamente con tus acciones.
Cuando me hacen bromas respecto a que la profesora tiene una relación intrínsecamente fuerte con las alumnas, pues vivimos juntas, simplemente sonrío, o cuando los oigo decir el conocimiento indígena es empírico por que se basa en la adquisición de conocimientos a través de la experiencia, o que una forma de enseñar se da mediante los sueños, vuelvo a sonreir y ni que decir cuando me explican que es la colonialidad. En su cotidianidad, van demostrando lo significativo del proceso de enseñanza – aprendizaje.
Los dejo con sus reflexiones.
“El conocimiento que adquirimos los pueblos mediante la experiencia, está íntimamente relacionado con la adaptación y reconocimiento del territorio. Podemos tener toda la tecnología al servicio, pero sino manejamos el conocimiento del medio ambiente moriremos”
Albercio Bazán, awajun
Para el mundo indígena, el hombre está conformado por cuerpo y espíritu, durante la etapa del sueño, el espíritu abandona el cuerpo y se dirige al mundo invisible de los espíritus, aquí se podrá comunicar con los demás espíritus del monte.
“Mediante el sueño los indígenas aprendemos, cuando uno está enfermo, un espíritu del monte te visita y te indica que planta puede curarte, el lugar donde se ubica, su preparación y dieta. A cambio el hombre no puede revelar el nombre de la planta hasta estar completamente sano. Luego el espíritu se va diciéndole, que el hombre sólo tiene que cuidarse ahora. Recién ahí, podemos enseñar a los demás el poder de la planta”.
Quilita Paati, awajun
“Cuando una mujer sufre por que su marido le pega o le engaña, en el sueño se presenta un familiar, una persona fallecida o vestida de blanco, le enseña el anen del amor, como cantarlo, bailar y dietas, así como atender a su marido, para que no la deje o pegue y nuevamente vuelva a quererla. Ella después se lo enseñara a las mujeres que tengan el mismo problema”
Cleyser Petsa Yuu, awajun
“Mediante el sueño los espíritus del monte nos enseñan los cantos, los lugares para cazar, cochas para pescar, plantas para curar, para que no suframos. Ahora sufrimos para vivir bien, producto del desconocimiento y la extracción indiscriminada de palos y animales, siendo cada vez más difícil la vida, perdiendo los conocimientos al desaparecer estás especies y sus espíritus”
Geovana Calvo, wampis
“Los ancianos son la biblioteca de los indígenas, mediante los cuentos, las historias, las canciones y sus consejos, nos explican el origen de nuestros pueblos y las normas de convivencia dentro de la comunidad”
Lucy Amasifuen, Kechwa
* Awiwa, gusano caracterizado por tener una caparazón a cuadros (muy parecida a las tabletas de las faldas escocesas)
Felicito a las personas que hicieron posible esta publicación que menciona muchas cosas ciertas hacerca del etnoconocimiento de los pueblos indigenas.
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