El mandatario hizo este llamado tras conocer la resolución de la asamblea extraordinaria de la CONAIE, que establecía iniciar un nuevo proceso de movilización nacional contra las autoridades del gobierno central.
Correa expresó que le tiene un cariño profundo a los pueblos indígenas del país y mencionó que le da mucha tristeza ver a la dirigencia que ahora está al mando de este sector.
Sin embargo, al segundo siguiente criticó de manera fuerte a los dirigentes argumentando que “están llevando al precipicio al movimiento indígena, ¿quién les va a hacer caso a nivel nacional o internacional? solo un necio, un desquiciado”.
Argumentaron que las autoridades enviaron a sus representantes a las reuniones pactadas, quienes no tenían poder de decisión para los puntos que se debatía. Esto provocó una sensación de hostilidad por parte de los líderes indígenas.
Sin embargo, el presidente Rafael Correa dijo que “no han ido a la mesa, terrible altanería, han dejado botado todo”, refiriéndose al mismo proceso de diálogo. Por ende responsabilizó a los líderes indígenas de haber “pateado el tablero”.
“Hay un enorme divorcio entre la dirigencia que ya no es la dirigencia histórica de los años 90 que logró hacer un aporte importantísimo para la comprensión del país intercultural y plurinacional que tenemos”, lamentó Correa.
Y agregó que “es una dirigencia que está pensando en las prebendas y los privilegios que se han perdido y no entiendo por dónde pasa la construcción del Estado plurinacional y pluricultural”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario